Sed promulgadores como vuestro Padre Celestial es promulgador

Aquí un vídeo que creo es una auténtica primicia y desenmascara lo que hay de torcido e insano en la secta destructiva "Misión de la Virgen del Pozo". Me lo ha pasado un ex-miembro. 

Se trata de una reunión celebrada en el año 2007 donde Ricardo Ramos Pesquera analiza qué cosas son necesarias para ser promulagor, es decir, miembro de la Misión.

Recordemos que la Misión de la Virgen del Pozo es un secta fundada por Juan Ángel Collado Pinto en los años 80 basada en una aparición mariana falsa de 1953. Según asegura, a la tierna edad de 8 años fue agraciado junto con dos niñas con una visita de Nuestra Señora en Sábana Grande (Puerto Rico), donde muchos siglos atrás vivía una comunidad milenaria de varones y doncellas de gran santidad que buscaban la plenitud (grado más alto de santidad que sólo pueden alcanzar los promulgadores o miembros de la secta), que tras varios días de penitencia se apareaban para luego pasar nuevamente otros tantos días de tormento . Pero esa Misión primera se corrompió y desapareció, por eso la Virgen ha venido a fundarla de nuevo, y ha dado varios mensajes donde se refiere a sí misma como "El Ángel Mayor del Apocalipsis", asegura que estamos en ciernes de la Gran Tribulación, que está formando a una "nueva estirpe elegida" separada del resto de bautizados que se salvará de este mal trago y que reinarán con Cristo en el Reino de los mil años.

"Por sus frutos los conoceréis"... Pues os los podéis imaginar: Juan Ángel Collado Pinto está condenado por agresión sexual y amenazas a miembros de esta organización, además de ser autor de otros delitos no denunciados de los que yo mismo he tenido conocimiento. Algunos ex-miembros presentan tales daños psicológicos que es difícil su incorporación a una nueva vida (en ocasiones llegan a caer en la drogadicción y la homosexualidad, y apostatan de la Fe). Dividen familias y matrimonios asegurando que la familia espiritual (los sectarios) está por encima de la carnal, incluso de los hijos. Someten a los miembros a acciones penitenciales y castigos que rayan la tortura o lo morboso. Tienen enseñanzas secretas y puramente esotéricas.

La Iglesia se ha pronunciado sobre ella de manera clarísima: está condenada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, los Arzobispados de León y Guadalajara (ambos de México). Y ya se ha advertido a los líderes y promotores de que desistan de intentar que la Iglesia la reconozca, porque eso NUNCA sucederá (aquí los documentos). Aún así, sus dirigentes se muestran absolutamente desobedientes y continúan su apostolado de mil maneras; una de ellas, mediante "inocentes visitas" domésticas de la imagen de "La Purísima del Pozo".

A pesar de ello, algunos miembros han conseguido infiltrarse en los seminarios y ser ordenados sacerdotes. Ellos serán los que suministren los sacramentos a los sectarios cuando les llegue la ex-comunión "profetizada" como culmen de su "injusta persecución" (si es que se las saben todas...).

Y una cosa más: ha llegado a España. Así lo asegura la propia Misión y puedo dar fe de ello. Yo mismo tuve "de visita" en mi casa la imagen de la secta -la consideré una advocación más, pobre ignorante- a través de un matrimonio de mi ciudad, Vinaròs, que organiza las charlas y vende los libros y dvd's de Luis Eduardo López Padilla, principal dirigente de la secta en México hace un tiempo y, digamos, "teólogo" oficial que le dedicó a la secta y sus postulados algunos libros. Ignoro si aún pertenece a esta sociedad, pero su página web continúa promoviendo esta falsa devoción, difunde oraciones a la "Purísima del Pozo", aloja algunos artículos en favor de estas falsas apariciones y de la secta (entre ellos este, entrevista  a Ricardo Ramos Pesquera, "Presidente Internacional" de La Misión, el personaje del vídeo) y sigue considerando a la Virgen María como un "ángel encarnado", el Ángel Mayor.

Es muy probable que a través de él y de este peculiar matrimonio se haya extendido la secta en nuestro país, e ignoro por qué a algunas personas de cierta formación les gusta regalar sus oídos con las cosas de este autor, desconociendo u ocultando las advertencias y vetos episcopales contra él, y cuyas obras, incluso las que tratan exclusivamente del Apocalipsis, están infectadas de los errores promocionados por esta sociedad (poligenismo, que justifica la existencia de esta "civilización milenaria", y mileniarismo, que ampara el futuro de esa organización y los diferentes seres que la compondrán. Para más información sobre las ideas de este señor y de la secta, ver el post "Un mundo de pesadilla").

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Bueno, vamos al vídeo: lo he dividido en 5 partes y dura en total unos 50 tediosos minutos, pero lo resumo por si acaso (por cierto, siendo del 2007, infringe lo decretado por la Conferencia Episcopal Puertorriqueña en 2006 y ya no digamos lo decretado por el entonces Cardenal Jospeh Ratzinger en 2002 sobre la prohibición a los líderes de este movimiento de divulgar enseñanzas consideradas ocultas o confidenciales, así como enseñanzas que entrañen compromisos notables):

Don Ricardo Ramos Pesquera se pregunta qué es ser promulgador y qué es necesario para llegar a ser tal cosa.

Asegura que no es suficiente con ser católico practicante, ni con cumplir los mandamientos, los dogmas, la doctrina, frecuentar los sacramentos. Tampoco con llevar el “mensaje” (de la Virgen del Pozo, se entiende) al mundo, ni buscar “hijos espirituales”. No es suficiente con hacer un examen de conciencia cada día, ni abandonarlo todo y seguir a Cristo como el joven rico, ni responder a la vocación religiosa, ni abandonar a la familia y los amigos por cumplir la voluntad de Dios. Tampoco es suficiente con dar la vida por “La Misión”, ni defender los “mensajes” ni a los líderes o todo lo relacionado con “La Misión”, le cuenten lo que le cuenten.

No. Tal y como asegura en el inicio del tercer vídeo de la charla, todo ello “te hace santo, pero no promulgador”.

Como se ve, consideran que ser promulgador es algo más que ser santo. En cuanto el promulgador desarrolla una conciencia mística y divina, y se arrodilla ante ella y la venera, “se convierte en un ser superior” (minuto 5:55 del tercer vídeo).

Todo ello es claramente contrario al Evangelio y a la búsqueda de la santidad que nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo: “Sed santos como vuestro Padre Celestial es santo” (Mateo 5, 48).

Hasta donde yo sé, no dijo "Sed promulgadores, como vuestro Padre Celestial es promulgador"....

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Al final del vídeo transcribo unas palabras de alguien experto en sectas, en los daños psicológicos que producen, y conocedor en especial de este grupo dizque católico. Merece la pena leerlas con detenimiento.

     Venerar la conciencia es un acto de máxima soberbia y extraordinario egocentrismo, debido a que la conciencia es lo que define tu ser y pensamientos. La conciencia que desarrolla un 'promulgador' de la Misión, es la de una persona dirigida por el código de ética precodificado por Juan Angel Collado, a través de todas sus enseñanzas. A través de reglamentos, instrucciones, compromisos, sus propias interpretaciones de la Biblia y de todo en la vida, él determina lo que está bien y mal, lo real e irreal, y desarrolla en el promulgador intenso desasosiego y culpabilidad, si no cumple con lo que previamente él ya ha establecido. Para nosotros, los cristianos, nuestro código de ética estuvo codificado por Jesucristo en la Biblia; y la conciencia nos reclama cumplir con él. Pero la realidad es que la conciencia de una persona puede caer en total confusión, indecisión e inseguridad, y eso es lo que busca Juan Angel Collado. Tiene que inducir en el promulgador una sensación de total inseguridad ante la percepción de desprendimiento y separación de la Misión de la Virgen del Pozo. Es como únicamente puede desarrollar en el promulgador total dependencia hacia lo que dictamine él. Es lo mismo que le sucede a cualquier persona que se convierta en miembro de una secta. La inseguridad es inducida, a través de charlas, ejercicios, meditaciones, actividades, castigos, etc, que induzcan culpa, angustia y temor. A esto se debe la necesidad que siente el promulgador de cumplir con su obligación de preguntarle a la Columna o líder lo que hay que hacer, ya que cuando las órdenes vienen de algún líder designado, cree hacerlo bien, sin cometer errores. Concluye que al fin y al cabo, Collado es quien emite todas las instrucciones y él es quien tiene total conocimiento sobre lo que hay que hacer y lo que está bien o mal. Cumplir con ello, hace sentir bien, en paz y equilibrado al promulgador, aunque lo que haga sea ofensivo y agresivo para el mundo y sus familiares. 

     El concepto "venerar" tiene una valencia altamente positiva para el promulgador, es el concepto que utiliza cuando en oración se dirige a la Virgen María, por lo que transferir el concepto "venerar" a otro concepto con valencia positiva como la "conciencia", no da señales negativas y el promulgador responde automáticamente, sin analizar, y más sobre todo recibiendo la orden de Ricky Ramos, la Columna principal de Juan Collado. Los adeptos sectarios se distinguen por su tendencia a actuar por impulso, sin pensar. Si algo les parece bueno responden sin analizar. El promulgador no se da cuenta de que termina adorando un hábito de obedecer las instrucciones de la 'misión' de Collado. El intenso entrenamiento que les lleva a desarrollar el hábito de reaccionar, sin considerar ni analizarlo todo con sensatez, se da como fruto del constante adoctrinamiento recibido durante largas reuniones privadas, talleres, trabajos y actividades los 7 días de la semana. La orden de venerar la conciencia, realmente demanda en ellos obediencia absoluta hacia las 7 Columnas de la Misión, dirigidas por Juan Collado. Pero al ser la 'conciencia' lo que define el ser o pensar de cada ser humano, la persona cae en máxima soberbia. El promulgador tiene que venerar su 'torcida conciencia'. Este acto es evidente pecado para el cristiano; y esto no puede venir de otra fuente que la del mismo Imperio Infernal de Satanás.