Mi nombre es Sebastián Isael Pla Martorell, aunque todos me conocen por Isael, y este es mi pequeño blog. Escribo sobre lo que me apetece, pero sobre todo, escribo para Dios.
jueves, 27 de febrero de 2014
Una historia de conversión
La autora de este post y protagonista del testimonio Marta Montoto ha decidido suprimirlo y no autoriza ninguna reproducción del mismo.
A mí también me encantan las historias de conversión, es de mis favoritos el programa de televisión el regreso a casa. Isael si no te has animado a contar tu historia, pues hazlo, si ya lo has hecho pasa el link.
¡El Regreso a Casa está genial! Sí, qué bonitas son las historias de conversión... Aquí el link: http://saulo-isael.blogspot.com.es/2010/05/saul-saul-why-thou-persecutes-to-me.html Es el segundo post o el tercero que escribí... ¡buf! Y al parecer prometí escribir sobre ella de manera más completa... Pues nada, en cuanto pueda me pondré a ello, palabrita. ¡Un abrazo!
Como eso de la religión católica me parecía entonces un excelente objeto de mofa. Al parecer el pecador humano esta condenado a repetir el mismo error. Como San Agustín que antes de su conversión, consideraba el cristianismo cuentos de viejas, y termino siendo uno de los más grandiosos católicos que han existido. Haber si te animas a contar como fue la caída del caballo.
A mí también me encantan las historias de conversión, es de mis favoritos el programa de televisión el regreso a casa.
ResponderEliminarIsael si no te has animado a contar tu historia, pues hazlo, si ya lo has hecho pasa el link.
¡El Regreso a Casa está genial!
EliminarSí, qué bonitas son las historias de conversión...
Aquí el link: http://saulo-isael.blogspot.com.es/2010/05/saul-saul-why-thou-persecutes-to-me.html
Es el segundo post o el tercero que escribí... ¡buf! Y al parecer prometí escribir sobre ella de manera más completa...
Pues nada, en cuanto pueda me pondré a ello, palabrita.
¡Un abrazo!
Como eso de la religión católica me parecía entonces un excelente objeto de mofa.
ResponderEliminarAl parecer el pecador humano esta condenado a repetir el mismo error.
Como San Agustín que antes de su conversión, consideraba el cristianismo cuentos de viejas, y termino siendo uno de los más grandiosos católicos que han existido.
Haber si te animas a contar como fue la caída del caballo.
¡Palabra que la cuento! ;) San Agustín, qué grande es...
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