Vuelvo al blog otra vez y espero escribir cotidianamente. ¡Saludos a quienes me leen! ¡Gracias por hacerlo!
Hoy sólo voy a dar gracias: hago memoria agradecida por lo providente que has sido, divina Providencia, por todo lo que me has dado, de lo que soy consciente y de lo que no, del mal que me has evitado y del mal que no, porque repercute en mi bien.
Pero hoy doy gracias especialmente porque la salud a entrado en mi casa, porque alguien especialmente querido por mí se está sanando de una manera espectacular; su médico ha dicho: "si fuera creyente, diría que es un milagro". No ha desaparecido la enfermedad, pero se ha reducido en poco tiempo ¡en un 80 %! Y es una enfermedad especialmente penosa. ¿Se habría reducido más aún si hubiese más fe del médico y de la paciente? Sólo Dios lo sabe...
Gracias Trinidad Santa por todo, y gracias Santísima Virgen María, Salus Infirmorum, Salud de los Enfermos, por haber respondido a mis plegarias. Gracias a todos los Santos que han intercedido por nosotros.
Ave, María.
¡Viva Cristo Rey, Viva la Virgen del Pilar y Viva España!
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