El Papa suele hablar de la belleza y de Dios, de que a Dios puede encontrársele en la belleza de las cosas.
Dostoyevski, como ya escribí una vez, dijo que "la belleza es Cristo", Jesús, "el más bello de los hombres" (Salmo 44) que, como advirtió el Profeta Isaías, tras su Pasión "tan desfigurado tenía su semblante que no tenía ya aspecto de hombre". Varón de dolores.
Esta semana no he podido evitar comprarme el libro de Chateaubriand El Genio del Cristianismo, y que vino a ser en su época un libro necesario, y también en la nuestra, ya que defiende que esta religión ha sido la base sobre la que ha florecido las artes, la cultura, la poesía... Fue el cristianismo, y aún lo sigue siendo, motivo de mofa para la patuela de philosophes de entonces, Voltaire y su cuadrilla. Bien que se ganaron la fama y el dinero a expensas de nuestra Fe.
Siguiendo con el libro, y que apenas he empezado, transcribo unas palabras del autor que el mismo Papa firmaría:
Qué hermosura volver a Dios siguiendo un camino de flores, siguiendo la belleza que Él mismo siembra, hace brotar y cuida. Qué hermosura volver a Dios por ese camino. Y entre todas las flores, la Rosa Escogida, la Rosa Mística, la Virgen María. "Ad Iesum per Mariam". A Jesús por María.
¡Viva Cristo Rey y viva la Virgen de Lourdes!
Dostoyevski, como ya escribí una vez, dijo que "la belleza es Cristo", Jesús, "el más bello de los hombres" (Salmo 44) que, como advirtió el Profeta Isaías, tras su Pasión "tan desfigurado tenía su semblante que no tenía ya aspecto de hombre". Varón de dolores.
Esta semana no he podido evitar comprarme el libro de Chateaubriand El Genio del Cristianismo, y que vino a ser en su época un libro necesario, y también en la nuestra, ya que defiende que esta religión ha sido la base sobre la que ha florecido las artes, la cultura, la poesía... Fue el cristianismo, y aún lo sigue siendo, motivo de mofa para la patuela de philosophes de entonces, Voltaire y su cuadrilla. Bien que se ganaron la fama y el dinero a expensas de nuestra Fe.
Siguiendo con el libro, y que apenas he empezado, transcribo unas palabras del autor que el mismo Papa firmaría:
Dios no nos prohíbe seguir las sendas de flores cuando conducen a Él, que no siempre la descarriada oveja torna al aprisco por los ásperos y encumbrados caminos de la montaña.
Qué hermosura volver a Dios siguiendo un camino de flores, siguiendo la belleza que Él mismo siembra, hace brotar y cuida. Qué hermosura volver a Dios por ese camino. Y entre todas las flores, la Rosa Escogida, la Rosa Mística, la Virgen María. "Ad Iesum per Mariam". A Jesús por María.
¡Viva Cristo Rey y viva la Virgen de Lourdes!
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