Mi nombre es Sebastián Isael Pla Martorell, aunque todos me conocen por Isael, y este es mi pequeño blog. Escribo sobre lo que me apetece, pero sobre todo, escribo para Dios.

sábado, 28 de enero de 2012

Addenda al post anterior

Leyendo al Padre Leonard Castellani me ha asaltado un versículo de Isaías, que tiene mucho que ver con el post anterior sobre los animalillos y su conocimiento instintivo del Creador.

Dice así el Profeta: "Conocerá el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su Señor" (Is 1, 3). Se lee en época de Adviento, del primero, y se dará también, estoy seguro, en el segundo.

Entonces, los réprobos (rezo por no ser uno de ellos) sentirán una gran vergüenza al ver que las mismas bestias alaban con todo su ser, mejor que ellos (que no lo harán), a su Creador.




Criaturas todas del Señor,
bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra,
bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos,
bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón,
bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael,
bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre y al Hijo
con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso
y ensalzado por los siglos.


Libro de Daniel 3, 57-88: Cántico de los tres jóvenes.

¡Viva Cristo Rey y viva Nuestr Señora del Tránsito!

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