Mi nombre es Sebastián Isael Pla Martorell, aunque todos me conocen por Isael, y este es mi pequeño blog. Escribo sobre lo que me apetece, pero sobre todo, escribo para Dios.

sábado, 12 de octubre de 2013

El club de los no-poetas muertos

A los 522 mártires que mañana serán beatificados. Orad por nosotros.

Tenía yo 16 añitos y escuchaba la plomiza clase de Historia de España de mi profe H., en 3º de BUP.
Tocaba la Guerra Civil, y claro... ¿los rojos? Unos buenazos. ¿Los nacionales? Lo pero de lo peor.
En fin, una clase de tebeo, de las que de Historia-en-serio te daban poca.

Entonces yo era un zote como estudiante, pero se me ocurrió levantar la mano, y ahí la lié (como siempre...):
"¿Qué hay de Paracuellos del Jarama?"
La discusión con el profesor duró... tres días. Tres clases seguidas armados cada uno con la información de que disponíamos. Por suerte, la biblioteca de mi madre es muy completa: ella también es profesora de Historia, pero de las buenas. Tan buena que tiene incluso un manual publicado.
No contaré aquí las cosas que llegó a afirmar el profe, pero antes de que H. diese la polémica por concluida, se me ocurrió hacerle una última preguntita:

-Se habla siempre de García Lorca, pero ¿qué hay del hijo del Genera Moscardó?
 H se tomó unos momentos, se mesó la barba, y sentenció:
-Es que el hijo del General Moscardó no era poeta.

Esa respuesta me dejó tan helado que no pude contestar. Me quedé mudo.

Durante mucho tiempo, cuando recordaba esa frase me volvía la congoja de entonces. Pensaba: "si es que, no se le dejó ser poeta, fresero, abogado, cantante de ópera, guitarrista, ni nada de nada". Para gente como H., o eres poeta y progre o tu vida en una Guerra Civil vale... un poco menos. Y si eres cura, ni te cuento. Estos 522 son quincalla. Bienes fungibles, que diríamos los juristas: tanto da uno que otro.

Por supuesto, en sus clases nunca se mentó a Pedro Muñoz Seca (autor de La Venganza de Don Mendo) fusilado por los "republicanos", ni de Ramiro de Maeztu, "el hombre más culto de España" en palabras de Ortega, que sufrió igual destino. Todo eso lo conocí años después e imagino que muchos de mis entonces compañeros lo ignoran todo al respecto.

Lo que ocurrió al poco uno se lo puede figurar: fama de "franquista" por todo el Instituto (cosa que no he sido nunca, por cierto), alguien que te recibe brazo en alto silbando el Cara al Sol, otro que te deja de saludar, alguna que otra pintadita en las mesas de clase...

Lo bueno: quizá mis compañeros supieron algo más de Historia de España desde entonces. A mí me dio por leer y estudiar en firme, aparqué los comics y empecé con los libros de ensayo, cosa que agradecieron mis padres. Comencé a ser buen estudiante.

El curso siguiente H. inició con estas palabras la clase de la posterior promoción, según me informó un amigo presente: "El año pasado me acusaron de dar la Historia de manera poco objetiva..."

No sé cómo terminó la frase, lo que sé es que cuando terminé COU y dejé el Instituto, H., dejó de saludarme.

Sólo espero que después de lo que ha llovido (¡20 años!), los libros de Pío Moa, entre otros, y las verdaderas lecciones de Historia que la Iglesia da al mundo cuando beatifica a sus mártires, las clases de H. y otros profesores proselitistas sean algo más decentes y no una adocenada fábula de buenos y malos.

P. D. 1: Viendo la ceremonia de beatificación, me pregunto ¿alguno de estos profes progres, padre espiritual de futuros martirizadores y encubridor ideológico, se dará por aludido? ¿Le sobrecogerá pensar que los asesinos miraran con odio a sus víctimas mientras éstas se volvían con amor y confianza a Dios? ¿Se darán cuenta de que la Iglesia da gracias por los testigos, por los mártires, y por el propio martirio como corona suprema? ¿Dejarán a un lado su soberbia moral algún día?

P. D. 2: H. se casó por la Iglesia hará unos años. Se lo pidió a mi párroco delante de mis narices. En serio.


¡Viva Cristo Rey y Viva la Virgen del Pilar!

3 comentarios:

  1. Aquellos que fuimos educados durante la transición por mor de cerrar capítulo guerracivilista y olvidar los tremendos horrores de una guerra civil y los desvaríos, atrocidades e injusticias que llevaron a ella, en las clase de historia nos contaban los sucesos relevantes de la propia guerra refiriendo las batallas de manera objetiva pero sin entrar en detalles ni causas, ni si había un bando bueno y otro malo o quien llevaba razón (al menos en el colegio e instituto de PP. Mercedarios donde yo me eduqué) A día de hoy creo que fue un error, aunque la intención era loable: pasar página.
    Por desgracia los hechos han demostrado que no profundizar en las causas y desmanes que llevaron a ella ha creado de facto un Statu quo en el que la mayoría de los españoles opinan que eso es pasado remoto y que ambos bandos eran igual de malos o igual de buenos, o por mejor decir y gracias a la labor de zapa y derribo llevada a cabo por los malajes de siempre, léase progresaurios, que el bando vencedor era el malo, malísimo y el perdedor el defensor de la legalidad.

    Lo triste del caso es que por ser generosos e intentar crear una España para todos los españoles, los tontos de siempre han confundido generosidad con debilidad y su respuesta entre las múltiples sandeces fue crear una ley de memoria histórica que en realidad es de desmemoria histórica.
    Pero es ciencia cierta que aquel que olvida su historia o la desvirtúa se condena a repetir los mismos errores.
    Sólo que esta vez los seglares católicos estamos mejor preparados que entonces y no vamos a consentir que nos lleven al matadero ni a nosotros ni a nuestros sacerdotes, monjes y consagrados, que se olviden de que vamos a poner la otra mejilla, preferimos la paz, pero como nos obliguen a combatir, la guerra de los Cristeros va a quedar en mera anécdota pues esta vez no habrá Papa que la frene, porque cuando lo intente, se le contestará:
    -Santidad, usted debe ocuparse de la Doctrina y de formar católicos auténticos, de las cosas temporales ya nos ocupamos los seglares.

    Cierto es, apreciado Saulo que los libros de Pío Moa o tu querida madre u otros historiadores auténticos y honrados cuentan la verdadera historia, pero como rápidamente se les coteja de fachas, franquistas o retrógrados quedan vetados para una gran mayoría, por desgracia. Con lo cual la narcolepsia histórica nacional sigue en pleno auge.

    La luz de esperanza que he encontrado en tu post es que tu rebotado profesor de histeria, porque está claro que de historia no lo era, ha solicitado casarse por la Iglesia. Dios siempre regala oportunidades para la conversión, quizás el vehículo del que Él se sirva sea la esposa, y de eso ya sabes que yo sí que puedo contar.

    Gracias por tus excelentes post y continúa escribiendo pues es altamente instructivo y muy agradable leerte.

    Jesús.

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  2. Pedro Muñoz Seca, Católico, gaditano y fino escritor y humorista, justo antes de ser asesinado declaró: - Señores me podrán quitar todo, menos el miedo que tengo.

    Genio y figura.

    ¡Viva Cristo Rey y Nuestra Señora la Virgen del Pilar!

    Jesús.

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  3. Gracias, Madri leño por tus amables palabras. Siempre es un gusto que comentes por aquí.

    La verdad es que no hay nada que me ponga más nervioso que un profesor proselitista. Y en cuanto a proselitismos, siempre se tiende hacia un lado en concreto, tanto en el Instituto como en la Universidad.

    En Vinaròs el proselitismo ya no es sólo "progre" sino nacionalista, por lo que el peligro es doble... Cuántos amigos y conocidos míos han acabado siendo nacionalistas, independentistas, por la rabiosa "predicación" del profesor...
    Espero que no nos veamos en la tragedia de una Guerra Civil. De momento, la existencia de una clase media parece que lo impide. Si tocase dar el callo... Buf... Qué miedo me da. Recemos para que no suceda.
    Una de las últimas frases de Gil Robles en el Parlamento antes de la Guerra Civil fue: "Media España no se resigna a morir"...

    Me da que el hecho de casarse con su mujer por la Iglesia fue en el mismo plan que muchos: es más bonito, la familia lo prefiere...
    Te aseguro que cuando se lo pidió a mi párroco, me dieron ganas de soltarle: "H., lo que hace este sacerdote durante toda su vida lo destruyes tú en una de tus clases. Esto no es un Mc Donlads: aquí se entra de rodillas". Un ángel me frenó.
    No sé hasta qué punto ella es tan creyente como para acercar al marido a Dios, pero como bien sabes, las cosas de Dios son misteriosas y sorprendentes...

    Que la Virgen del Pilar te siga acompañando, hermano, como sé bien que lo hace ;)

    ¡Un abrazo!

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