Mi nombre es Sebastián Isael Pla Martorell, aunque todos me conocen por Isael, y este es mi pequeño blog. Escribo sobre lo que me apetece, pero sobre todo, escribo para Dios.

miércoles, 25 de enero de 2012

Es... como un toro

25 de enero, día de la Conversión de San Pablo, patrón de conversos y de este blog. Ora pro nobis.

Hace mucho tiempo veía a veces el programa "Los Guiñoles" de Canal +, en que aparecían varios muñecotes con las facciones caricaturizadas de personajes famosos, la mayoría políticos, y con voces muy bien imitadas. Uno de ellos era "Jezulín", el torero Jesulín de Ubrique. Hablaba de cualquier tema, pero siempre empezaba diciendo: "Es... como un toro", y efectivamente, fuese cual fuese el tema, lo relacionaba con un toro, ¡y no lo relacionaba mal!

Digo: Cristo es... como un toro manso. Y explicaré por qué. Por casualidad vi unos segundos de una corrida de toros. El bicho salió por la puerta y empezó a rascar la arena con la pata, sin moverse de su sitio. Me explicaron que esta es una acción que delata su mansedumbre. Y he aquí que me vino a la cabeza el momento en que Cristo, forzado por los letrados y fariseos a juzgar y condenar a la mujer adúltera, se inclinó y se puso a escribir con el dedo en la arena, despreocupado, manso... Luego dio la cornada. Y volvió a inclinarse y a escribir, mansamente, hasta que los acusadores se retiraron.




¡Viva Cristo Rey y Viva Nuestra Señora la Virgen Blanca!

3 comentarios:

  1. Oh, cielos, si, Jesús ahí fue como un toro. Increíble. Claro, jamás lo hubiese relacionado. Tienes razón. Me encantó.

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