Mi nombre es Sebastián Isael Pla Martorell, aunque todos me conocen por Isael, y este es mi pequeño blog. Escribo sobre lo que me apetece, pero sobre todo, escribo para Dios.

lunes, 27 de febrero de 2012

¿Siega o siembra?


Hace años me decía una amiga: "es como si Dios se los llevase en grupo: mi padre era un persona muy generosa, muy buena, tanto que a veces le tomaban el pelo, y murió en las mismas fechas en que lo hizo la Madre Teresa de Calcuta. Mi abuelo, una persona sabia, siempre leyendo, falleció cuando Cela".

Reflexioné. Y concluí que tenía razón. La mano de Dios en muchas ocasiones siembra y recoge en grupo (iba a decir "parece que en muchas ocasiones", pero la cosa es tan evidente...). El ejemplo de los Apóstoles es el más claro. Hay por ejemplo "una notable constelación o pléyade de Santos que comienza a fines del siglo XIV y termina en el XVIII, cuya enumeración me es imposible, que se parecen como hermanos", al decir del gran Leonardo Castellani; y los enumera en su libro "El Apocalipsis de San Juan", al tratar sobre la carta a la Iglesia de Sardes.

Otras suscita individualmente o en parejas: San Cirilo y San Metodio, San Benito y Santa Escolástica, Santo Domingo y San Francisco, San Ignacio de Loyola y San Francisco de Javier, Santa Tersa de la Cruz y San Juan de la Cruz... Más cercanos: San Josemaría Escrivá de Balaguer y Monseñor Álvaro del Portillo, en proceso de beatificación y canonización.

¿Y en la actualidad? Pues para empezar, la santidad y categoría de los Papas desde finales del siglo XIX (yo diría incluso que desde la Revolución Francesa) hasta hoy no tiene parangón.

Pero ahora mismito, Dios ha convertido en masa a varios hombres de vida bastante descarriada, y que inopinadamente han caído de rodillas, desde un servidor hasta por ejemplo Joe Esztherhaz (guionista de "Instinto Básico"; http://respuestasdefe.blogspot.com/2011/05/la-conversion-de-joe-eszterhas.html este es un vídeo que resume cómo ocurrió todo), Fabio de Miguel (también conocido en su época como Fabio McNamara o Fanny Artista, capitoste de la "Movida" y ex-novio de Pedro Almodóvar), Jorge Fernández Díaz (actual Ministro del Interior), María Vallejo-Nájera (novelista: aquí su testimonio http://www.youtube.com/watch?v=8y64vBKfTcw), los grupos de anglicanos que se han pasado a la Iglesia Católica... y otros no tan conocidos, pero igualmente importantes para Dios.

Tiempos extraños, tiempos de Gracia y Misericordia palpable estamos viviendo: esas conversiones, esto que se está moviendo... ¿por qué? Tengo la sensación de que va a ocurrir algo, y como bien advierte la Santísima Virgen María en Medjugorje, todos somos (ay, indigno de mí) semilla de lo que Dios tiene planeado, pero ¿el qué?

¿Qué va a ocurrir? ¿Algo bueno y grandioso, de lo que seremos testigos de excepción, porque lo sabremos apreciar y gustar mejor que otros? ¿Algo malo, terrible, y tendremos que dar testimonio de nuestra Fe? ¿Ambas cosas: un tiempo doloroso de purificación y luego otro de bellísima primavera? Creo que esto es lo que ocurrirá; me da que el mundo está gimiendo con dolores de parto: la Iglesia en un tris de purificarse de tanta herejía interna, una de tapadillo que dice sin decir y hace sin hacer, mientras otra es tan burda y grosera que clama al Cielo, y la respuesta del Cielo no tardará. También debe ser purgada de mediocridad, tibieza y cobardía en anunciar a Cristo y a Su Santa Iglesia Católica, la única verdadera, y proclamar sus Verdades y su Magisterio inerrante.

Veremos qué curre, si después de esta siembra viene una eclosión o una gran siega.

Sea como sea, es lo que Dios quiere, y es lo mejor. ¡Estoy expectante! Sólo rezo para estar a la altura.



¡Viva Cristo Rey y Viva Nuestra Señora de los Ángeles!

3 comentarios:

  1. Quiero que me digan en que parte de La Biblia dice DIOS que la iglesia católica es la elegida

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  2. Quien me puede indicar que la iglesia católica es la elegida

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  3. ¡Hola!
    De momento sólo decirte que Dios fundó una sola Iglesia, luego llamada Católica. Las otras, se desgajaron de ella.
    De todos modos, mañana mismo reproduciré en el blog un texto de San Maximiliano María Kolbe que habla precisamente de esto.
    ¡Saludos!

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