Postales de Medjugorje (1)

El cuento más breve del mundo

"En Medjugorje, lloraba arrodillado. Llegó ateo."

Paseaba por la zona de los confesionarios con Gloria Chopitea, una mujer de Dios y de María, excelente organizadora de la peregrinación donde providencialmente me embarqué. Comentábamos con tranquilidad todo lo que veíamos y dábamos gracias a  Dios por habernos traído y disfrutar de esa paz que se respira en la pequeña aldea bosnia. Una paz que no es de aquí. Quien ha ido, sabe de lo que hablo.

Casi impidiendo nuestro camino había un joven arrodillado frente a un lateral de la Parroquia. Sollozaba con la cabeza tocando el suelo. La escena era conmovedora. Había visto y vivido otras iguales o parecidas durante la Adoración del Santísimo, pero no en pleno día. Intenté imaginar la historia del muchacho, y la sinteticé en la frase del principio.

Dicen que el cuento El Dinosaurio de Monterroso es el más breve del mundo, con siete palabras.

Hay dos diferencias entre el suyo y el mío: la primera es que el mío tiene una palabra menos. La segunda, que no es un cuento.

Allí, estas cosas pasan.

¡Viva Cristo Rey y Viva María, Reina de la Paz!