Mi nombre es Sebastián Isael Pla Martorell, aunque todos me conocen por Isael, y este es mi pequeño blog. Escribo sobre lo que me apetece, pero sobre todo, escribo para Dios.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Katejon

Por entonces, Günter Grass, gurú de la izquierda socialdemócrata alemana, había publicado su librejo Pelando la Cebolla. Ahí desvelaba para general turbación que en su juventud fue miembro de las SS. Una cosa es haber sido miembro de las Juventudes Hitlerianas: todos los jóvenes alemanes debían inscribirse. O del Ejército: no había más remedio si te llamaban a filas. Pero de las SS... Para eso había que ser nacionalsocialista convencido. Vamos, un nazi de órdago. ¿Por qué tardó tanto en contar eso si, según asegura, le obligaron? Él sabrá.

Poco después, el reputado periodista católico Joachim Fest, autor de la que, dicen, es la mejor biografía de Hitler editada hasta el momento, publicó su libro autobiográfico. Contaba la historia de su familia durante el nazismo y cómo su padre Johannes se opuso firmemente a que contribuyera en modo alguno en el advenimiento y desarrollo de este demoníaco régimen ya desde los primeros instantes. Vida paralela a la de la familia Ratzinger, a fuer de fortaleza.

El libro de Grass y sus declaraciones posteriores venían a quitar hierro al asunto, y concluir algo así como que "en verdad, por entonces todos eran nazis... Todos colaboramos". El mismo título del libro de Joachim Fest era un golpe contundente a tal embuste: Yo No.

Pues entre las páginas de este recomendable libro (que extrae el título del Evangelio según San Mateo 26, 33: "Etiam si omnes, ego non", aunque todos lo hagan, yo no), me llamó la atención una conversación entre el padre de Fest y su párroco Johannes Wittenbrink: ambos convenían en que Hitler era "una caricatura de anticristo". Si aquello fue una caricatura, lo que se les viene encima a los católicos que deban sufrir al de verdad...

Vuelvo a lo del "katejon". Así es como llama San Pablo al obstáculo (significado de esta palabra griega; en neutro, por cierto) que impide la manifestación del Anticristo.

Santos y teólogos han visto en ese obstáculo al Imperio Romano, las instituciones civiles y religiosas básicas (sacralidad de la vida, monogamia, propiedad privada...), la Iglesia Católica o el Papado.

No me iré por las ramas. Tan sólo mostraré un par de mapas que apoya la consideración de la Iglesia Católica (si se quiere, del Papado) como probable katejon, siguiendo a San Justino.

Circunscripciones alemanas con mayor
número de votos al Partido Nacional-Socialista
 en 1932. Donde más oscura es la zona,
mayor número de votos a Hitler.
Circunscripciones alemanas con mayor
número de  votantes católicos en 1925.
Donde más intenso es el color rojo, mayor
número de católicos .



                                                           








Se ve claro, ¿verdad? ¡Ni siquiera el cristianismo protestante evitó la venida de Hitler! Salvo honrosísimas excepciones (Helmuth James von Moltke, Dietrich Bonhoeffer, Sophie Scholl y los miembros de "La Rosa Blanca"...) los protestantes alemanes cayeron de rodillas ante el tibi dabo de Hitler.

¿Vientos que borran el catolicismo y lo que conlleva de moral y Fe? El liberalismo, el socialismo, el comunismo, el nacionalismo... y el ismo de ultima hora: el laicismo. Todos ellos tienen un enemigo común: la Iglesia de Cristo.

Arrasado el catolicismo, vía libre para el anticristo de turno, prefiguración del futuro, último y personal Anticristo.

Si es que, ya lo digo yo: o de la mano de Pedro, o al garete. Pues ala, ¡Nueva Evangelización ya!


2 comentarios:

  1. Apreciado Saulo, en primer lugar mi sincera enhorabuena por este post absolutamente claro e ilustrativo de como el reinado del mal sólo encuentra como freno el cristianismo auténtico.
    Efectivamente el primer objetivo de todos los totalitaristas, independientemente del régimen político, es eliminar a los católicos. Hitler y sus secuaces, Stalin el mayor genocida que ha vivido la historia y en la actualidad China, Cuba y Corea del Norte así como las dictaduras africanas, la razón última es bien sencilla, cada ser humano para un católico es único e irrepetible, la criatura más perfecta potencialmente creada por Dios, con capacidad para razonar en busca de la Verdad. Naturalmente, para estas gentuzas el mayor peligro de un católico radica en su libertad de pensamiento y en su capacidad para enseñar a los demás. De ahí la persecución cruenta y desalmada.

    Recomiendo la lectura del libro: " Un seminarista en las SS". Una auténtica joya, donde se demuestra que la inteligencia de un católico auténtico, unida a la oración es capaz de vencer cualquier dificultad incluso en el entorno más adverso que imaginarse uno pueda.

    Como bien sabes el tema apocalíptico es el que menos me ocupa de toda la Biblia, pero coincido contigo en que el signo definitivo del principio del fin, (se produzca cuando se produzca), será el retroceso y desaparición del catolicismo en todo el Orbe.

    Gracias por tus magníficos artículos y por favor continúa escribiendo por amor a Dios.

    Jesús.

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  2. ¡Hola Jesús!
    Tienes razón en lo que dices, el catolicismo es siempre el obstáculo para el mal en todas sus formas, también en la forma política. Y al fin y al cabo, detrás de todo esto está "el patas"...
    Hace tiempo que oí hablar de ese libro y ya ni me acordaba de él. Gracias por recordármelo, en cuanto pueda me haré con un ejemplar.
    Te confesaré algo: cada vez que veo lo mal que parece estar en mundo, y en especial Occidente, miro a Medjugorje y veo una gran esperanza. Dios sabrá la cosa tremenda que nos está preparando a través de la Mami en ese lugar...
    Gracias a ti por leerme, hermano ;)
    ¡Un abrazo!

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